Pasas horas de pie, corriendo entre pacientes, agachándote, escribiendo, cargando. Tu cuerpo es tu herramienta de trabajo… ¿y tu uniforme, lo está ayudando o perjudicando?
El uniforme que usas debe trabajar a tu favor, no en tu contra. Por eso te dejamos estos tips para identificar si tu uniforme cuida tu postura… o la está dañando poco a poco:
1. Elige una cintura que te abrace, no que te apriete
Un pantalón con jareta + resorte en la cintura distribuye la presión y te sostiene sin clavarse ni caerse.
❌ Evita cinturas muy ajustadas o sin elástico, que comprimen el abdomen y generan tensión lumbar.
2. Fíjate en los cortes de hombros y entrepierna
Los buenos scrubs permiten mover los brazos libremente y doblarte sin tirones.
❌ Si tu uniforme te jala de los hombros o se tensa al agacharte, estás forzando tu cuerpo todo el día.
3. Evita costuras que irriten o rocen
Las costuras planas y bien posicionadas previenen rozaduras en axilas, cuello o muslos.
❌ Costuras gruesas o mal ubicadas provocan molestias que afectan tu postura sin que lo notes.
4. Usa telas que respiren contigo
Un buen uniforme antifluidos y transpirable mantiene tu temperatura estable y reduce tensión corporal.
❌ Si sudas mucho o sientes la tela pesada, tu cuerpo lo compensa con posturas incómodas.
5. Que se adapte a ti, no tú a él
Cada cuerpo es diferente. Busca scrubs con cortes anatómicos y tallas pensadas para cuerpos reales.
❌ No te conformes con tallas “genéricas” que te obligan a caminar tensa o jorobada todo el turno.
En conclusión un buen uniforme quirúrgico puede prevenir dolores de espalda, mejorar tu postura y hacerte rendir más.